jueves, junio 07, 2007

Acerca de un futuro nulo

Estimados/as. Habrán ya caído en cuenta que este blog no es muy visitado, así que siéntanse privilegiados, no son muchos los que revisan estas ideas.
Hace ya casi tres meses que estoy haciendo mi práctica y actualmente atiendo pacientes en psicoterapia a diario. Una de las cosas que más me ha impresionado es que las ansias con las que se entrega uno a esta actividad son dignas de ser desechadas; es que mientras más uno intenta algo con un paciente menos podrá conseguirlo. No tengo idea cómo lo logran –quizás se asocian cada día fura del Hospital, todos mis pacientes –pero cada vez que uno rompe la neutralidad y deja que se cuele el más mínimo hedor al propio deseo en la psicoterapia, el paciente se encarga de mostrarte en la cara tu frustración.
En el fondo no me refiero a que nada resulte, de otra manera creería que la psicoterapia es inútil, más bien, todo se trata e entender hacia dónde se dirige el objetivo de la psicoterapia; pero eso es harina de otro costal, está clarísimo que para tratar pacientes hay que tiene una aproximación a la propia castración.
Lo que en realidad me preocupa es mantener esa posición nula y objetiva en otras esferas de la vida. Rousseau al referirse a la figura del Legislador dice “encuéntrense en la obra del legislador dos cosas aparentemente incomprensibles: una empresa sobrehumana y para su ejecución una autoridad nula, (…) así, pues, no pudiéndo el legislador emplear ni la fuerza ni el razonamiento, es de necesidad que recurra a una autoridad de otro orden que pueda arrastrar sin violencia y persuadir sin convencer”. La combinación que expresa la alusión a una “autoridad nula” nos habla de un legislador que tiene que dirigir sin intención alguna; para ello la única arma es acudir a una autoridad alternativa, como por ejemplo se hizo en tiempos antiguos en que la cabeza de grandes imperios vehiculizaba la moral divina. El consejo para nuestros tiempos, de cómo adquirir tal autoridad alternativa, se refiere a la “sabiduría”. “Quien mucho sabe mucho puede”.
Con lo que les digo saco de la esfera de la experiencia psicoanalítica –o de la psicoterapia si así lo quieren –el tema que expongo. Más bien, el “legislador” al que aludo tomando e cuenta las conceptualizaciones de Rousseau, podría ser tomado como el individuo ideal de nuestros tiempos que todo lo logra sin fuerza ni persuasión, que nada necesita pues todo lo tiene, que guía sin intención. Este individuo toma decisiones calculadas, precisas, dirigidas a un fin y que no admiten frustración. Me parece que es un individuo a-político.
Últimamente la vida me ha mostrado que las cosas llegan sin que uno tenga que buscarlas mucho, como la canción de Miranda!, muchas veces uno no sabe si buscó lo que encontró. Y sucede que las cosas se van dando bien, a pasos acomodados. Me pregunto si no será este el camino que tiene como fin el paraíso iluso de una suerte de individuo nulo, sin deseo; algo así como un legislador. Realmente espero que no sea así, pero tampoco se como solucionarlo.

8 comentarios:

Anónimo dijo...

Querido amigo, aunque te sorprenda yo sí reviso tu blog de vez en cuando y de cuando en vez. Debo admitir eso sí que jamás he entendido mucho qué cuernos dices, pero está todo tan bien hilado y suena tan relindo que dan ganas de poner cara de intelectual, tomándose la pera y asintiendo con cara de enojado.
No sé si pueda opinar sobre la experiencia de hacer terapia porque, gracias a Dios, jamás he estado en una desde esa posición. Ahora bien, sí he sido paciente (más impaciente, para qué adamos con cosas) y de ahí puedo decir lo que creo.
Lo lamentable es que realmente no ando con ninguna gana de pensar (condición que ha durado ya un buen par de años)y, por ende, no escribiré nada respecto a lo que escribiste. Está bien, sólo una cosa: nunca pensé que pudiese ser posible meter a Rousseau y Miranda! en un mismo párrafo...realmente creo que ese es uno de los mayores logros de tu escrito.
Un abrazo, sigue con eso que haces.
Andrés.

Anónimo dijo...

El problema es el tiempo. El sujeto es un esclavo de él, es una corriente que acumula todo lo que ocurre, y que siempre se encuentra, en su torrente, murmurando algo que es inefable para uno, pero que de vez en cuando deja escapar algo sobre lo cual nos aferramos para entender lo que pasa.
Creo que si bien uno se encuentra constantemente viéndoselas con nuestra falta constante en no poder "curar" o acceder a algo más profundo con los pacientes, considero que siempre va a quedar algo, alguna palabra, alguna sensación, etc., que el tiempo se va a encargar de ubicarlo en algún lugar.

Anónimo dijo...

"Lo que en realidad me preocupa es mantener esa posición nula y objetiva en otras esferas de la vida", el tipo ideal del burócrata weberiano vería eso como justamente la virtud de su posición. ¿qué más fríamente democrático que la imparcialidad del burócrata "a la Kafka" que por su posición "nula y objetiva" no establece preferencias particulares sobre el ciudadano, visiones subjetivas del mundo y que por el contrario, se rige bajo las neutrales normas del servicio público? Claro, no hay forma de discmininación sobre nadie, ya que no hay idea alguna que permita tal discriminación.
"Este individuo toma decisiones calculadas, precisas, dirigidas a un fin y que no admiten frustración" Otra vez Weber me sale a la mente, justamente el prototipo del funcionario del gran Estado, sujeto al cálculo racional, imparcial y neutral. Pero, ¿no esconde toda esta imparcialidad un fin implícito? todo cálculo racional está dirigido a un fin (y eso es, desde Weber justamente LO POLÍTICO, o mejor dicho, la ÉTICA POLÍTICA, el juzgar las cosas por sus consencuencias y no por su valor en sí, por lo tanto, no concuerdo con que sea a-político, sino justamente político) y quizás el olvido de ese fin en pos de la "eficiencia" tecnocrática sea el mejor acto de hegemonía de aquellos fines (el acto de naturalizar tales fines es, claramente, un acto hegemónico). ¿qué fines serán? Slavoj Zizek (disculpa que lo cite Simón...pero quiero estar a la moda, soy un snob) plantea la necesidad de repolitizar lo económico, de volver a ver la economía como la esfera de conflictos, donde se establecen las relaciones d epoder que determinan los grandes lineamientos generales de la sociedad (mal que mal, el ministerio de Hacienda tras su discurso tecnocrático oculta su poder sobre el poder ejecutivo) y que codifica en términos mercantiles todas "las esferas de la vida". En síntesis, a modo de hipótesis marxiana, el tema no es sólo la posición nula y objetiva sobre la esfera social, sino, la lógica de la acumulación que sobredetermina las relaciones sociales.
Saludos mi estimado

Simón dijo...

Andi
Gracias, la verdad lo de citar a Miranda! y Rousseau en el mismo párrafo nació espontáneamente, seguramente no podría repetirlo aunque quisiera.

Miguel
Considero que el tema del lugar es un eje central, principalmente si pensamos en las aspiraciones que uno puede llegar a tener al realizar psicoterapia. Miller distingue el "decir" del "dicho", precisamente para poder dar a entender que el sujeto toma una posición, un lugar, frente a lo que dice. Ante esto considero que la dimensión temporal no puede ser más atinada. Pero creo que, poniéndo el énfasis en esto, no puede pensarse en que "siempre va a quedar algo, alguna palabra, sensación, etc.", ya que el psicoanálisis es claramente más específico que eso, y con los pacientes no podemos tratar de que simplemente algo quede. Tal como lo entiendo historizar permite, en el análisis, accder al sujeto, que es precisamente un fenómeno de palabra.
Compadre, un abrazo, nos vemos.

Jose
Señor, ¿qué le puedo decir?, era de esperar que citaras a Zizek...jaja.
De todas maneras me parece muy interesante tu comaentario, y aunque no soy tan distro en el pensamiento de Weber creo poder hacer un comentario bastante atingente. Me parce que cuando me refiero a "otras esferas de la vida" aludo más precisamente a mi vida en general -vida que puede, burdamente, ser dividida en diferentes esferas. Y creo que Weber se dedica a entender y describir a autoridades públicas.
Es cierto, me encantaría ser una autoridad pública, me ncantaría ser un tipo muy influyente vehiculizando la ley, digámoslo, la voluntad general; pero mi amigo, por desgracia aun no he llegado a ser tal autoridad.
Te mando un abrazo, ahi nos vemos para tener nuestras reuniones snob.

Anónimo dijo...

mi amor, no quiero ponerme en la onda intelectual ahora porque no ando en animos, pero si creo que la autoridad en cierta medida si tiene que plantearse un objetivo al gobernar, y en ese sentido no puede ser "nula", yo creo que la nulidad se refiere mas que nada a la imparcialidad con que deben ejecutarse las cosas, asimismo el legislador tiene que tener un deseo o al menos una forma en que quiere que se den las cosas, y actuar acorde a eso. A lo que voy es que en ambos casos existe una motivacion, lo que hace que no sean individuos nulos.
Ahora, otro tema, siempre hemos conversado el tema de la planificacion, la sorpresa, el acomodo de las cosas, y, citando tambien a Miranda!, el suceder natural de la cosas, y esta es una de nuestra mas grandes diferncias. En cierto sentido me alegra que estes viendo que la vida te pone en frente justo lo que necesitas y cuando lo necesitas, sin que sea necesario que tu sepas que es lo que necesitas....las cosas se acomodan solas, si, uno tiene que ayudarlas, tambien, pero hay un gran porcentaje en las cosas que pasan que no es controlable por nosotros, y lidiar con eso a veces puede ser frustrante, pero a veces la sorpresa es buena...
Respecto a la psicoterapia....pasa en toda indole de profesiones, uno siempre empieza con la conviccion de que lo que hace es preciso para encontrarle la solucion al problema, en mi caso para ganarle el caso al cliente....pero a veces no es suficinte, aunque sea lo correcto, y uno aprende que lo unico que cunta es saber que hiciste lo correcto y todo lo posible (o lo que creas correcto) y si las cosas no salieron como debian....algun motivo debe haber...
ya no te lateo mas!!! te amo!!!!!y te extraño siempre..., cuando me acuerdede mi clave de mi blog...te aviso para que postees...beso!

Jose dijo...

Compañero, cuándo subirá otro artículo para debatirlo??
saludos,
jose

Simón dijo...

Ya se viene, calma.

Anónimo dijo...

Creo poder comentar sobre dos consecuencias del problema que planteas.

Por una parte; me sucede que no encuentro otro motivo que el deseo para explicarme que se soporte una situación tan bizarra como la psicoterapia -alguien confiándote problemas insolubles / uno pretendiendo escuchar algo, dejándose inocular por alguien que en principio no te importa.
Personalmente, creo que hay pacientes que no podría atender -y que tampoco tendría sentido atender- si no se tratara del deseo.

Por otra parte; me hace mucho sentido la observación de este señor Hegel y de sus lectores críticos, los queridos y los no tanto.
Figuras como el legislador –pretendidamente a/políticas, no/deseantes- parecen no ser más que el resultado de un recorrido que la subjetivad ha olvidado. Y ahí tenemos a las instituciones; que vienen a cristalizar, a realizar, a completar, un camino que en realidad fue bastante tropezado para la conciencia. Un camino que, por supuesto, está marcado por determinaciones que la conciencia desconoce Pero como dices, eso ya es harina de otro costal.
Saludos!