jueves, noviembre 16, 2006

Nostalgia anticipada

Esto de terminar los procesos no es fácil, al menos para mí. Dejar ir es un tema, creo yo, relativamente delicado para todos nosotros. El término de las clases está muy cercano y el próximo año corresponde que nuestra generación comience a hacer la “práctica”.
Sucede que ya me encuentro en 5º año de la carrera de Psicología y curso actualmente el último de los semestres en los cuales se asiste formalmente a clases. Dada la fragmentación de la “ciencia” que estudiamos, los ramos cada vez producen más separaciones entre los estudiantes, y actualmente hay muy pocos compañeros a los cuales se les puede ver con cierta regularidad. El final se aproxima, en diciembre se acaban todos los ramos y de ahí en adelante ni hablar de encontrarse con alguien en una sala (en pre-grado al menos). Uno podría decir “¡qué felicidad!”, no es mi caso. No me es fácil dejar la rutina y constancia, alejar, fragilizar e, incluso, perder algunos vínculos, además algo de estudiar me gustaba, al menos esa sensación de grupo en la cual todos pasaban por lo mismo, y en donde los problemas eran una instancia de identificación.
Quisiera saber qué opina el resto sobre este período, o períodos similares.

domingo, noviembre 05, 2006

Institución y psicoanálisis

Casos complejos que escuchamos constantemente, en donde se aplica constantemente el criterio clínico. Sin embargo parece ser que la sociedad no tiene mucho sustento para nuestro trabajo y muy poco entiende de qué se trata el psicoanálisis. No es poco común percatarse de que las instituciones se encuentran impotentes para acoger de buena manera a los pacientes, y es que la red institucional de nuestro país no considera al psicoanálisis como una técnica diferenciada.

Por otro lado los psicoanalistas se pelean y separan desperdigándose, rompiendo el diálogo, juntandose en grupillos. La consulta pasa a ser la metáfora de todos los campos de acción del psicoanalista; siempre en un espacio reducido y hermético, en donde opera el criterio de los cercanos.

A mi parecer el psicoanálisis debe comenzar a tener una presencia a nivel social como una disciplina diferenciada de la psicología, y los psicoanalistas deben comenzar a pensar en posicionarse con un discurso que entre en el juego político. NO basta con adecuar las intervenciones a los parámtros legales, jugando con ellos hasta el punto en que sean beneficiosos para nuestros pacientes, debe irse directamente a las leyes para realizar cambios directamente sobre ellas. Eso se llama ejercer ciudadanía.
Para mi gusto hace falta una institución psicoanalítica en Chile, una institucion que promulgue la técnica y la ética que propone Lacan.

lunes, octubre 23, 2006

Una utopía




Zizek: ¿un espectáculo?, ¿una moda?, quizás... pero de todos modos quiero rescatar algunas de sus palabras, me parece que puede considerarse la noción de "utopía" que propone, creo que este blog puede ser algo así como el tercer tipo de utopía que él propone. Creo además que es una noción de utopía como un resultado, un producto, por lo tanto me parece que la posibilidad de que sea ilusa está descartada.

miércoles, octubre 18, 2006

Libros y piedras: ¿pueden ambos leerse?

Hoy tuve la oportunidad de observar en vivo y en directo cómo algunos encapuchados en la Alameda lanzaban piedras a un carro lanza-agua de Carabineros. Me llamó mucho la atención el hecho de que justamente, a no más de cinco metros de tal artefacto y, precisamente, en la línea de fuego de los jóvenes camuflados, había cuatro personas cruzando la calle. No era cosa de confundir a esas personas con un grupito de carabineros que custodiaban la máquina, estos eran claramente transeúntes. Dejémoslo claro, esos lanzamientos-disparo-pedrada fueron calculados, no para agredir a esas personas que circulaban por el centro de Santiago, sino más bien prescindiendo completamente de su presencia y peligro, haciendo caso omiso de una figura que aparecía en el fondo.

Tipos violentos desagradables e inconscientes, en cuyos actos no puedo leer algo de lo que llamamos "empatía", ya que ponen deliberadamente en riesgo la seguridad del resto de las personas. Ahora, si pensamos en que el fundamento de la empatía es la identificación, acaso podría ser posible que estos encapuchados provengan desde una extrema marginación y que no sea para ellos un recurso asequible ponerse en el lugar de ese "otro", que en este caso camina por la Alameda. Es posible que ese otro sea lejano, de una esfera completamente ajena; claro, es posible, pero al menos a mí me suena muy improbable.
De todas maneras lo que sí está claro es que este fenómeno es de una violencia que deja de circunscribirse a espacios reducidos, ya sea física o temporlamente. En contraposición a lo que podemos observar en el caso de los estadios –violencia protagonizada por las barras de fútbol –, o ciertas fechas determinadas –como el 11 de septiembre; actualmente las manifestaciones que se llevan a cabo tienen lugar en medio de la escena cotideana, en sectores ocupados por todos nosotros para trabajar, estudiar, desplazarse, descansar, etc. y ha pasado a ser una constante la presencia de antisociales que descargan su agresión contra lo que encuentran a su paso. Se ha echo entonces más difícil escapar a tal violencia.

Encapuchados, delincuentes, estudiantes, anarquistas, ocupas, secundarios, vagos; nombres que intentan darle carne, literalmente, a un fenómeno social. El control de tal fenómeno solo puede tener efectividad en tanto se lo ligue a un cuerpo, y así es como hemos presenciado en el último período –principalmente en las proximidades temporales a las grandes manifestaciones de los secundarios hace algún tiempo –intentos desesperados e infructuosos de darle carne a aquellos vándalos a través de un nombre.

Pocas conclusiones saco de mi escrito, pero me quedo tranquilo con entender que estamos frente a un acto que nos tiene perplejos, en tanto no hay forma de amarrarlo para someterlo. Parece ser un acto que nada escucha y tiene como fin descargar –recordemos que lanzar una piedra contra un carro lanza-agua es como tirarla contra un muro, poco daño se le podrá hacer, ¿cuál será la intención? –con lo que nos quedamos pensando si es algo que se conecta a las redes discursivas o simbólicas de nuestra sociedad y por lo tanto es una producción de la misma, o si más bien es “algo que sucede”, y a ese “algo” ¿es posible llamarlo fenómeno social?.

martes, octubre 17, 2006

Benvenuti

Esto de los blog me pareció hace un tiempo algo interesante, sin embargo nunca había tenido ganas de crear uno. Ahora algo nace, una escena nueva que toma relevancia. Hace ya un tiempo que vengo meditando temas y los voy guardando en el "baúl de lo no prioritario", ahora me pareció oportuno verter el contenido de tal baúl en este blog. Veamos qué aparece.